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12 meses 12 educadores sociales | Septiembre: Pablo García 8 septiembre, 2017

Posted by jmorsa in 12 meses 12 Educadores Sociales, Educación.
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Seguro que más de uno está diciendo «Septiembre; ¡Es septiembre! ¿Donde esta el educador social de este mes? ¿Donde?«… pues tranquilos, aquí está.

El mes de septiembre trae consigo un educador, que aunque todavía no es social, si quería terminar esta sección rindiéndole un homenaje al autor de esta locura, ya que mi 12 meses, 12 educadores, se basa en una categoría que el propio protagonista de este mes tiene pero de animación sociocultural; Pablo.

Sinceramente hace mucho tiempo que Pablo llegó a mi vida gracias a la plataforma Twitter, otro más de tantas personas que esta red social me ha dado el lujo de conocer, incluso hasta en persona, dado que el pasado agosto (creo, si no fue julio) tuvimos la oportunidad de conocernos, tras 5 años de relación virtual.

Para mí Pablo, y a pesar de estar tras la blogosfera siempre ha sido un referente en cuanto a animación sociocultural se refiere, y es que uno de los ámbitos que trabaja también el educador social es la animación sociocultural. Esta displina, le pese a quien le pese, y pese también a que hay muchos que la tildan de hacer el payaso o hacer talleres estúpidos, esconde mucho más, como también esconde una de las razones por las que yo estudié educación social.

Si leíste el post sobre mi prima Patricia en el mes de noviembre sabréis de lo que estoy hablando, pero poniendo en antecedentes, concretamente en 2003; imaginaros un chico de un barrio en las afueras de la capital socioeconómicamente medio bajo (más bien, más bajo que medio), una probabilidad entre un millón de que ese chico llegara a bachillerato arrastrando suficientes y bienes y un deseo de estudiar psicología se ve truncado por sacar un mísero 4, 9 en selectividad.

¿Qué demonios iba a hacer con su vida? ¡Pues sí! ese chico era yo, uno de tantos chicos que terminada la selectividad y viendo que no le da la nota para lo que quiere estudiar no sabe qué hacer con su vida, porque nadie le ha enseñado a que pueda ver más opciones y más caminos que la propia universidad.

Ese chico que incluso hasta sus padres años después reconocieran que no daban nada por él y que pensaban que se iba a meter a trabajar en cualquier cosa que saliera, descubre que existe una serie de módulos de formación profesional y que por mucho que insistan los orientadores como el camino a seguir por la gente que se encuentra en estas condiciones socioeconómicas, también son una vía; un puente que aunque te haga llegar más tarde a tu destino, te lleva igual de bien. Y es así como descubrí la animación sociocultural que posteriormente me llevaría a la educación social, para después hacer psicopedagogía.

Psicología… psicopedagogía más o menos y aunque no es el mismo destino que uno se imagina a los 18 años, tiene relación ¿no?

Pero no estoy aquí para hablaros de mi vida y filosofías acerca de cómo perseguir nuestros objetivos, si no para de hablaros de Pablo, mister septiembre con el que pretendo terminar esta serie de post, aunque en octubre (por hacer un poco de «hive») habrá sorpresa:

Si he querido traer a Pablo, a pesar de que no cumple la condición de ser educador social (a ver cuando terminas la carrera, majo) es porque tiene uno de los valores también que considero esenciales para ser educador social, el humor.

Con el humor las personas empatizamos con más facilidad; con el humor quitamos hierro a nuestras miserias y ponemos piedras en nuestro camino para seguir adelante porque no nos dejamos hundir. Vale que no todos los días vamos a estar súper felices, pero sí no ser unos amargados, dar las gracias por lo que tenemos y sobre todo disfrutar de lo que tenemos. Es por ello que con esta filosofía que yo saco de Pablo, de sus reflexiones y su blog que recomiendo desde ya , y su manera de meter las narices en todo (ya veréis de lo que hablo si lo seguís) he querido traerle para que también diese su opinión en cuanto al tema de la educación social, por lo que dejo de aburriros y le doy paso.

Como siempre os digo; bon apetit!

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1. ¿Qué es para ti la educación social?

Una vocación, un derecho, una carrera y una responsabilidad.

Ahora matizo. Vocación en tanto que trabajamos con personas, y con todo el universo que cada una trae con ella, por lo que debes querer ser parte de eso de manera voluntaria (vocacional). Derecho, mi hermano siempre dice que los derechos son tal, porque no lo son de hecho, porque hay que lucharlos, reivindicarlos, conseguir que sean universales, y creo que lo que la educación social persigue, en pro de las personas, es eso mismo. Carrera, unos estudios a cursar, con unas materias, metodologías, etc. Y la última… Responsabilidad, ya que debe ser respetada, asumida, cuidada y realizada correctamente.

2. Y te dedicas a esto por…

Lo primero por pasión, me encanta trabajar con personas y la educación. La segunda por pragmatismo, porque era la única carrera que después del terminar el ciclo de Animación Sociocultural, creo que encajaba con lo que yo quería hacer profesionalmente, además de coincidir con la percepción que tengo de la educación.

3. En la actualidad… ¿trabajas en algo relacionado con la educación social?

Si, trabajo como mediador comunitario en un servicio de intervención socioeducativa comunitaria y familiar, además de seguir estudiando la carrera. Así que tengo dos trabajos relacionados con la educación social

4. La educación social como ámbito profesional ¿qué opinión tienes sobre ello?

Es un ámbito muy necesario y, por desgracia, muy desconocido. Creo que ahora que llevamos herramientas de comunicación en nuestros bolsillos, “suena más” pero si hablas de educación social fuera del ámbito profesional siguen diciendo “eduqué…” o “Ahhh… ¿y eso en qué consiste?”, cuando creo que por la naturaleza de nuestro trabajo se debería tener una presencia y reconocimiento mayor.

5. ¿Qué mejorarías de la formación que recibimos los educadores sociales?

Como he mencionado anteriormente, sigo estudiando la carrera y a distancia (UNED) así que puedo valorar todavía de manera muy cercana.

Lo primero es que haya conexión entre las asignaturas y la realidad. He cursado un montón de asignaturas que hablan de los divino y lo metafísico, pero no de lo humano, de lo que vamos a encontrar trabajando en el mundo real.

En la línea de lo anterior, aplicación práctica de los contenidos. Hay asignaturas fantásticas de métodos y herramientas para utilizar, pero falta, en mi opinión, ver donde podrá aplicarse.

Y por último, le falta reconocimiento. Hoy por hoy que está en boga “las competencias” no veo que se reconozcan las de educación social.

6. La idea de estas entradas es la de visibilizar un poco el perfil y la figura del educador social ¿algo que quieras contar?

Pues que gracias por contar conmigo y mi opinión. Y además os comparto una frase de El club de los poetas muertos para pensar un poco:

“Me he subido a mi mesa para recordar que hay que mirar las cosas de un modo diferente”

Quizás tengamos que subirnos a mesas, salir de oficinas, inflar globos o saltar charcos 😉

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